domingo, 18 de septiembre de 2011

(II) Los orígenes míticos de Cacharí: indios, negros y lenguas originales

La primera pregunta a la que debemos dar una respuesta es cuál es el origen del nombre Cacharí.
La forma de abordarlo fue mediante la geografía. Esta denominación aparece simultáneamente en distintas partes del mundo: Argentina, Angola, Bolivia y Ecuador.
Uno de estos “Cacharí” está ubicado en la provincia de Bengo, Angola, al oeste de Africa. En estas tierras, los portugueses capturaban los negros para venderlos como esclavos en sus colonias en América.
En 1813, se decreta la libertad de los esclavos nacidos en las Provincias Unidas, pero sus padres debían “ganarse” la libertad “sirviendo con los ejércitos libertadores de San Martín y Bolivar” como afirma Ramón Paggi. Este es un hecho que ayuda a abonar el primer mito.
Otro observador que nos comenta sobre estos negros que servían a los ejércitos, es el naturalista y explorador Charles Darwin (Foto) que visita nuestra región en 1833. En su obra “Viaje de un naturalista alrededor del mundo” (bajátelo haciendo click acá), describe que entre los soldados de la escolta ordenada por Rosas había “un fornido negro muy joven y un mestizo (sic) mitad negro mitad indio; en cuanto a los otros imposible determinar nada más”, claramente hablando de los criollos.


Uno de esos esclavos que ganó su libertad podría haber migrado a tierras de mayor tranquilidad y habría adoptado el nombre de su tierra de origen.
Desde hace mucho tiempo, la tradición oral cachariense, trasmitió de padres a hijos varias ideas sobre las posibles raíces del nombre del lugar al que hoy conocemos como Cacharí.
Uno de esos orígenes – según relata Alberto Sarramone (Foto) – es el del “Negro” Cacharí. Cuenta la historia que “había un puesto de un tal Antonio Rodríguez (alias Cacharí)”, que “era absolutamente negro, escapado de la esclavitud, como había muchos años en la zona, muriendo en 1862”.

Otro nacimiento mítico muy difundido es la leyenda del “Cacique Cacharí”. Según cuenta el libro “Antes del 900” de Adolfo Bioy, era el indio llamado de esa forma quien había dado el nombre al lugar que hoy conocemos como Cacharí.
Desde su libro, el autor, recordaba al Cacique Cacharí, “quien vencido en el combate, aniquilada su tribu, estuvo durante tres días y tres noches, loco, al borde de la laguna que hoy lleva su nombre, revoleando las boleadoras, gritando sin cesar, extenuado, y cayó muerto. Y estas voces se oyeron a las leguas en todas las dimensiones, asigún soplara el viento”.
Según Alberto Sarramone, de existir la laguna “Cacharí” sería el espejo de agua del antiguo campo de Gallardo, hoy en propiedad de la familia Burraco. Y agrega que a pocos kilómetros la gente se fue instalando y fundando el poblado que lleva el nombre de la laguna.
No puede aseverarse que el cacique “Cacharí” realmente existiera, pero si se sabe que “en la década de 1820, el cacique Venancio Coñuepán habría vivido junto con el cacique Laudau y sus tribus en la laguna Cacharí”, concluye Salomone.
Ramón Paggi (foto) constató que “en Ecuador también existe un cerro llamado Cacharí” y un poblado llamado “Cacharí” en el Departamento de Pando al Norte de Bolivia.
Pero a pesar de estos vínculos geográficos o “míticos”, el nombre “Cacharí” tiene una clara influencia indígena.
Existen varias teorías sobre el origen de la palabra, y en su mayoría la ubican como un vocablo indígena o como creación típica de zona de confluencia de varios pueblos americanos.
Sarramone afirma que “el toponimio de Cacharí es uno de los más antiguos del partido de Azul y claramente anterior a la fundación del pueblo”.
Los Mapuche dicen que esta Zona puede ser una cachú-carú “región de pastos tiernos o verdes” (cachu = tierno + carú = verde).
La terminación “rí” puede ser un agregado Guaraní que significa “abundancia”, permitiendo hacer una descripción de “abundancia de pastos”, tan típicos en la zona antes de la llegadas de los españoles o huica.
La impronta Quechua más difundida en la zona es “ca-chari” (ca = otra cosa + charí = chara, charavón, ñandú polluelo) incorporada al idioma araucano. Pero otra definición actual en la lengua Quechua es "cacchary" que significa “soltar” o “dejar libre”.
La influencia del noroeste argentino se hace sentir también con el posible origen “cunza” (idioma atacameño) que se refiere a un “cauchari” o “lugar con sal o salitre”. Esta es la interpretación que nos dio Tito Filomón (Foto), profesor y erudito en lenguas muertas, residente en San Antonio de los Cobres.
Por lo tanto, ya sea por peculiaridad de la geografía, leyendas, mitos o las lenguas indígenas, el concepto Cacharí ya estaba instalado en la zona. Por eso fue nombrada de esa forma, luego fue registrado en documentos escritos y adoptado – como veremos – por los blancos.

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