domingo, 18 de septiembre de 2011

(III) Cacharí en los documentos pre-fundacionales (1839-1896)

A pesar que Cacharí fue fundado oficialmente en 1896, existe inumerable evidencia que 60 años antes ya había asentamiento humano permanente en esta zona.
Para demostrar esto, hay prueba documental sobre la existencia de la posta (parada) llamada “Cacharí”, emplazada en las actuales calles Pasco y José Hernandez (donde hoy solo queda un monte). Desde esta posta salían dos carretas con 18 bueyes de los hermanos Dionisio y Ramón Rocha. Se sabe que los mismos trabajaban en la zona desde la década de 1830. Estas carretas unían Cacharí con Azul, Las Flores y Buenos Aires.


El primer documento oficial existente, es una carta fechada el 9 de Noviembre de 1839 en Cacharí. La esquela decía: “…la indiada y parte del regimiento Nº 3 ha pasado de Cacharí como dos leguas, siendo su marcha para Tapalquen al mando del Mayor Ocampo, esto fue hoy a las tres de la tarde…”
Este documento demuestra que existía un lugar llamado “Cacharí” y que era conocido de esa forma por quien envía el informe. Como dice Sarramone, “nadie pasa por un lugar que no existe”.
También está asentado, en documentos del 18 de Enero de 1863 en Juzgado de paz, la “detención de un peón de campo” por el “robo de un caballo” y se afirma que al hombre “se lo trasladó a Cacharí”. Evidentemente a un detenido se lo traslada a un lugar que ya existía y que las autoridades lo conocían: Cacharí.

El 15 de Septiembre de 1869, se realiza el primer Censo Nacional. En este censo, Azul abarcaba en una sola jurisdicción las localidades de Olavarría, Cacharí y Tapalqué. Es decir, que Cacharí, ya era considerado una zona autónoma y su población fue censada como perteneciente a un propio y determinado sector (Cuartel 4) en los respectivos “Libreto de Censo” (Foto, Gentileza de Omar Alcantara).
Para más datos, el censista en la localidad de Cacharí fue Juan Andrade, según consta su firma en la tapa del libreto de censo.
Haciendo un análisis de la población censada, se destacan personas de 95 y 99 años de edad y como nos remarca Omar Alcántara: “resulta difícil de creer que gente de esa edad venga a emprender una nueva vida en tan inhóspitos lugares, más aún en aquellas épocas tan peligrosas”.
En 1784 se produce la llegada del Ferrocarril Sud a Las Flores y se inicia la extención hacia Azul. Obviamente debía pasar por zonas intermedias y cuando llega a las tierras de Andrade, se construye una estación en el lugar y se la designa con el nombre del poblado existente.
La importancia que tenía el lugar en donde se instaló la estación ferroviaria estaba en la encrucijada de caminos que conectaban, desde 1830, Rauch, Tapalquén y otros parajes. En la foto aérea se puede ver el terreno de la estación, villa Pourtalé y la posta “Cacharí” señalada por una flecha blanca.
Entre la localidad de Cacharí y Tapalquén se había dispuesto el servicio de galeras “La Protegida”, brindado por el Señor Domingo Livio para acercar a los viajantes que iban o venían por tren a la Capital.
Las galeras tenían la parada tanto en el “Hotel Cacharí” (Véalo aquí) como en la Casa Pourtalé (I).
También se intentó establecer un tranvías para el trasporte de pasajeros, correspondencia y carga entre Cacharí y Tapalquén, pero quedó en la nada.
El Historiador Alberto Sarramone ubica en las primeras actividades sociales registradas. Dice sobre Cacharí: “este sitio era famoso por ser el lugar de reunión social, con bailes, asados, pasteles y otros entretenimientos”.
Y Otro hecho documentado en la historia Argentina del Siglo XIX es “El último malón” que sucedió entre 1875 y 1876.
La zona de Azul era un territorio que se pobló rodeando un fortín que le garantizaba relativa seguridad. En cambio en Cacharí la seguridad estaba garantizada por la convivencia pacífica entre blancos y aborígenes que trabajaban como peones en los campos y fincas.
Pero cuando se produce el malón de 1876, el juez de paz hace llegar al Alcalde de Cacharí, José María Díaz, un comunicado donde ordena “reclutar hombres para repeler el malón que viene de la zona de Azul, quienes causaron más de 300 muertes llegando con las correrías hasta la estación Parish”. En el comunicado también ordenaba que los indios que trabajaban como peones de algunas fincas “sean pasados a degüello, para que no se sumen a las fuerzas del Malón”.
Esta orden causó temor entre los pobladores indígenas de Cacharí, ya que temían que sus vecinos blancos cumplieran con la orden de asesinarlos como sucedía en Azul.
Según Sarramone los asesinatos en Azul acontecieron realmente, “aunque no con la abundancia que comentaban…el susto siempre agranda”.
Vinculado al paso del tren, en 1881 ya funcionaba en Cacharí una oficina de Correo que aydaba a mantener una comunicación fluida con el mundo, porque existían dos servicios de trenes diarios de pasajeros, carga y hacienda.
Un año después, el 25 de Septiembre de 1882, se instala la escuela Nº 6 que permanece hasta nuestros días. Igualmente, ya a mediados de 1870 se había levantado en tierras de Juan Andrade, bajo la alcaldía de Fausto Falomir, la que fue la primera escuela que solo permaneció pocos años. En dicha escuela la directora era la Sra. Irene F. de Cuyas.
El Diario “El pueblo” del 8 de Diciembre de 1897 decía que “existía en la localidad de Cacharí una escuela con casi 100 alumnos inscriptos”.
Pero si el FF.CC., el Correo y las escuelas no eran señal suficiente de la existencia de una población activa, el 14 de Febrero de 1889 surge el proyecto de “Centro Agrícola Cacharí”.
Basados en el cumplimiento de la ley provincial del 22 de Noviembre de 1887, se solicita la autorización para la creación de un polo agrícola con el fin de fomentar la colonización de nuevas tierras.
En el año 1889, los impulsores de la colonia agrícola, presentan al gobierno de la Provincia de Buenos Aires el proyecto “con el nombre de Cacharí, como se conocía el pago, el poblado y la estación”. Con lo que podemos deducir fácilmente que había un poblado, con una estación que llevaba su nombre y gente viviendo en él hacía varias décadas.
Los grandes terratenientes de la zona fueron los que frenaron este proyecto en nuestra localidad. A tal punto que el autor Cárcano afirma en su libro “El régimen de la tierra pública” que: “…si hubiesen intervenido en la obra y colocando al frente al movimiento agricultor, hubiesen subdividido sus extensas áreas y la ley habría tenido otros resultados”.
Este proyecto del centro agrícola proyectaba además la construcción de un tren que era propiciado por José Vidal Lores. Este transporte uniría las poblaciones de Rauch y Cacharí, pero como el tranvía a Tapalqué, no se llegó a concretar.

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