martes, 10 de julio de 2012

(IX) Los rastros de EVA PERÓN en Cacharí


Cachari tiene muchas historias ocultas y si investigamos un poco comienzan a aparecer.
Cuando empezamos a hacer públicas nuestras investigaciones, nuestros vecinos mayores nos comenzaron a contar la historia de "El busto de Eva Perón" y los comercios que estaban ubicados en la "Avenida Eva Perón" (hoy Av. España) de Cacharí.
Sobre estas dos historias, aportaremos pocos documentos ya que en 1955 casi todo papel o vestigio en el que aparecía la palabra Perón o Eva Perón fue destruido, quemado y desaparecido; cumpliendo el decreto ley 4161 de la dictadura llamada "Revolución Libertadora" (1955-1958).
Igualmente, vecinos valientes conservaron las pruebas más importantes de esa historia que otros quisieron desaparecer y hoy recuperamos para que todos cacharienses puedan conocer la historia.
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Esta nota fue publicada en El Pasquin Revista, Nº 132 de Junio 2012.

Entrevista a Carlos Pourtale, ex Delegado peronista de Cachari (1973 – 1976)

- Pasquin Amarillo: Carlos, ¿Quién era el Delegado de Cachari en ese año ?
- Carlos Pourtalé: El Delegado era mi tío, Juan Carlos Pourtale, que entró en 1946 cuando Perón gana su 1ª elección por el 56% el 24 de Febrero de 1946.

- PA¿Me podes contar la historia del busto de Eva Duarte de Perón que estaba en la Delegación de Cachari?. ¿Cómo lo consiguieronen esa época? porque es un busto importante y, supongo, caro.
- CP: Si como no. Ese busto nació de la idea de mi tío y los militantes peronistas de Cachari. Debía hacerse un homenaje a Evita por su trabajo, entonces se hizo una colecta y se mandó a hacer. Se pagó y se puso con todos los honores en la Delegación en 1950. Quedó ahí puesto sin ningún problema.
Mi tío se entera en el 55´que cae Perón y que algunos anti-Peronistas iban a sacar a la rastra de la Delegación el busto de Eva.
Mi viejo entonces le pregunta a mi tío - el ex Delegado - si no le había quedado alguna llave de la Delegación, buscó y tenía una llave. Entonces mi viejo llama después a mi otro tío que tenía auto en aquel tiempo.
En esa época había muy pocos autos en el pueblo. Lo llama a mi tío OmarLahilacar, el único Peronista de la familia Lahilacar, le dice "esta noche me tenés que ayudar y después te voy a decir para qué, pero necesito el auto de la abuela".
Entonces mi tío Omar le saca el auto a la abuela y se ponen en movimiento a las tres de la mañana. Entran a la Delegación y se llevan el bustode Evita, lo llevan a la quinta de mi viejo (hoy quinta de Civale), lo dejan ahí que era más seguro.
Sabían que lo habían salvado de que lo arrastraran, quién sabe cómo, a caballo supongo. Antes de irse, mi tío Juan Carlos le dice "mirá yo se que vos les vas a decir a los anti-peronistas que el busto lo tenes vos burlándote y que se lo sacaste delante de sus narices, así que tenes que hacerlo desaparecer porque te van a meter preso" –mi tío se vuelve al pueblo y mi viejo queda con el busto ahí. Así fue que mi viejo lo enterró al fondo de la quinta.
Como decía el tío, a los 15 días apareció una comitiva de 4 policías a meterlo preso porque él tenía el busto de Eva Perón y no se podía tener nada de eso.
El anti-Peronismo había prohibido todas las fotos o figuras referidas al Peronismo, así fue que lo llevaron preso.
Los policías se reían por la razón de la detención, era visto que por unas horas fue preso político. Mi padre también se reía porque les tomaba el pelo ya que él lo tenía pero nunca iban a saber dónde, imaginate que se metió a un edificio público para salvar algo querido por los Peronistas.
La cuestión que lo sueltan y el busto no apareció, era más que sabido que lo querían para destruirlo.

- PA: Vos eras chico en esos años, ¿cómo fue que teenteraste de esto?.
- CP: En el 55 yo tenía 8 años y un día cuando ya tenía como 11 o 12 años me dice mi padre "vos sabes que anda un peludo al fondo de la quinta y está haciendo cuevas". Entonces le digo "vamos a sacarlo con agua". Mi viejo empieza a cavar, yo traje agua y mi viejo se reía, y empezó a cavar, por ahí mi viejo empieza a llorar y yo le decía que pasa y por ahí saca el busto de Eva Perón. (Carlitos también lloró mientras me contaba este relato).
- PA: ¿Ahí te enteraste vos de la historia?
- CP: Claro, yo no sabía nada. Mi padre lloraba hasta que lo llevo a casa, eso sería en el año 59 o 60. La cuestión que quedó en casa, en el campo. Después el mundo siguió andando, sabemos todos que gobernó el anti-Peronismo.
En el año 73 cuando me nombran Delegado, lo traigo nuevamente a la Delegación y cuando vino el golpe de estado en el 76 me lo lleve por las dudas.
Después, cuando vino el gobierno de Barberena, al que aprecio mucho pero yo no lo consideraba Peronista ni el gobierno que hizo, de la instalación del busto no dijeron nada y yo tampoco.

- PA: Después de este golpe de estado, el del 76´ que pasó con el Peronismo de Cachari?
- CP: No quedo nada, nada de lo que se había hecho. Es más, te cuento otra, la que hoy es Avenida España se llamaba Eva Perón. Toda la avenida llevaba ese nombre, todas las cuadras en las esquinas había placas con el nombre de Avenida Eva Perón, esas las hicieron desaparecer los antiperonistas. El "gringo" Vitale tiene una (ver foto) que alcanzó a sacar antes que las sacaran todas y la guardo de recuerdo.
- PA: O sea que ¿todo lo que hiciera referencia al paso del Peronismo en Cachari lo hicieron desaparecer?
- CP: Si, menos mal que alcanzamos a sacar el busto, lo demás lo hicieron desaparecertodo, como el nombre de la calle, las placas. En la Delegación quemaron todo, hicieron un fuego y quemaron todos los papeles que hicieran referencia al paso de Peronismo por la historia de Cachari, no tuvieron ningún respeto, y muchos de esos eran vecinos, nos cruzábamos todos los días, el que se encargó de darla orden fue Osvaldo J. Aristegui y otros más. No quedo ningún dato, todo lo que se asentaba en libros lo destruyeron, quemaron todo, por eso es que no hay archivos de esa época. La historia de Cachari está en la memoria de la gente porque lo demás lo hicieron desaparecer ellos.

- PA: Así que lo que pasó en el gobierno democrático del Peronismo no hay ningún dato, como si nunca hubiera pasado.
- CP: No quedo nada, esa es la verdad, no quedo nada y los Peronistas eran mal vistos, hasta hoy la gente tiene miedo de decir que es Peronista.
Para mí fue una ignorancia de parte de ellos porque no nos hicieron nada y los peronistas cada día somos más.
Mi deseo es que este busto este en su lugar de toda la vida Peronista, en la Delegación en un gobierno Peronista para que lo vean los Peronistas y los queno lo son también.

(El busto de bronce de Eva Perón con su placa)

(Detalle de la placa: "El pueblo de Cacharí como sincero y eterno homenaje a la Jefa Espiritual de la Nación")
(Placa recordatoria que estaba en la Escuela Nº23, Ubicada en San Martin y "Eva Perón" de Cacharí)

miércoles, 21 de septiembre de 2011

(VIII) Villa Pourtalé: Mapa con referencias

Este es el mapa satelital de Villa Pourtalé. Es muy útil para tomar dimensión de los puntos de interés histórico y su ubicación en el actual mapa cachariense.
La Estación "Cacharí" del FFCC Roca es la zona rectangular más amplia y remarcamos los antiguos recorridos de las calles "Pasco", "José Hernandez" y "Almafuerte" que estaban tapadas por el pasto y los yuyales de años de abandono.
Hoy esas calles fueron reabiertas y forman parte del sector primario del "antiguo Cacharí" (hoy Villa Pourtalé).
En Violeta (frente a la estación) está el "Hotel Cacharí" que es propiedad de la familia Cal. A 250 Metros está ubicado el emplazamiento de la antigua "Posta Cachari" (sólo queda el lugar y el montecito) de donde salían los viajeros destino a Tapalqué.
También marcamos el emplazamiento de la "Herrería" y el "Almacén de Crücer" donde según los relatos "los vecinos se juntaban a jugar a las barajas y a las bochas".

domingo, 18 de septiembre de 2011

(VII) Un poco de luz a tanta sombra

La elección de una fecha, no tendría que haber sido un problema para historiadores con el conocimiento de método histórico.
Esta pequeña investigación nos llevó a preguntarnos “QUÉ” fecha se toma para decidir la fundación de un poblado. Por ejemplo en Bahía Blanca se utilizó el día en que comenzó la mensura del pueblo y en El Chaltén, la fecha de firma del decreto. Es decir que no hay univocidad en la elección de una fecha determinada.
Por lo tanto, tenemos que pasar a la segunda etapa de la discusión, que es el “PORQUE” de la elección de una fecha por sobre otra.
Si desde la “fundación” del pueblo en las tierras de Falomir, el 2 de Mayo o el 16 de Septiembre de 1896, se hubiese celebrado el aniversario, podríamos tener una tradición en que basarnos. Pero por los datos recogidos, la celebración del aniversario se lleva a cabo desde mediados del siglo XX.
Entonces ahora tendremos que respondernos el “CUÁNDO”. Es sabido que la fecha fue elegida por un grupo de vecinos después del derrocamiento del gobierno democrático de Perón.
Definitivamente, Cacharí no existe desde la fecha que se hace mención en la historia “oficial”, ello es absolutamente falso. Sabemos también que el poblado de Andrade es anterior y, además, tenemos conocimiento que Falomir no quería fundar, sino “ordenar” la población existente en sus tierras.
Por lo tanto, ya tenemos todas las respuestas sobre la mesa. Existen varias fechas que pudieran haberse tomado antes de la fundación oficial, por ejemplo la fecha de instalación de la primera escuela en 1882. Pero suponiendo que solo nos basaremos en la documentación oficial tendríamos que tomar el 2 de Mayo como fecha real de la fundación de Cacharí.
¿Y qué hacemos con el 16 de Septiembre?, Teniendo en cuenta que se eligió esa fecha por el derrocamiento de un gobierno democrático, y “justo” coincidió con una fecha “menor” en el proceso de fundación, habría que iniciar un debate serio entre todos los vecinos para rever la fecha de “nuestro cumpleaños”.
La fuerte identidad “gaucha” que nuestro pueblo reivindica como propia, debe estar basada en la verdad. La sustracción de identidad o el ocultamiento de nuestros orígenes ha sido una parte negra de nuestra historia reciente que se ha repetido como una constante.
La re-construcción de nuestra historia es una cuestión colectiva que debe ser encarada por todos los miembros de la comunidad. Si logramos establecer un punto de partida común, podremos planificar un futuro en conjunto, con una visión totalidad y sin excluir a ninguno de nuestros vecinos en la conformación de una historia común.

(VI) ¿El negocio inmobiliario de 1896?

En Marzo de 1896, un señor llamado Luis Vázquez, con un poder de Mariano Falomir, se presenta en el Ministerio de Obras Públicas diciendo que su representado” era propietario de una fracción de campo en la cual quería formar (ordenar) un pueblo”.
Es importante resaltar que Mariano Falomir en ningún momento menciona la palabra “fundación” de un poblado.
El problema que tenía Don Mariano Falomir era que la zona de su campo, lindera al poblado existente, ya habían sido ocupadas por “cuarenta casas en si mayoría de comercio”.
Aquí surge otro dato aún más importante, aunque Falomir afirma que “el campo paga como propiedad rural a pesar de ser numerosa su población” y aconseja que se legalice esta situación para que más vecinos puedan comprar sus lotes y los paguen como urbanos, ¡obviamente más caros!.
Según el testimonio de Geodesia de la Provincia de Buenos Aires, el 14 de marzo de 1896, el departamento realiza un informe en el que afirman no encontrar objeciones al proyecto de “formación” de la localidad.
El 30 de marzo, el Ministro de Obras Públicas envía a un inspector de agricultura para que verifique “si el terreno antedicho es adecuado para la fundación del pueblo”.
El 25 de Abril el inspector informa que Falomir entrega la mitad de sus tierras para la “formación del pueblo” y con ese motivo “ofrece la fracción más inmediata” a la estación (Cacharí).
Pero aquí viene lo importante:
El 2 de Mayo de 1896 el Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires “resuelve autorizar (a Mariano Falomir) la fundación de un pueblo que llevara el nombre de la estación sobre la que estaba situado”.
A riesgo de ser reiterativos, en todo el trámite burocrático y verificación del inspector se omite hacer mención a la existencia del pueblo sobre las tierras de Andrade censado en 1869. En 1890 la población contaba con escuela, correo, panadería, herrería, posta, almacén, comercios y viviendas.
A pesar de la omisión y del pedido expreso de Falomir por “ordenar” la población existente, el gobierno autoriza la FUNDACIÓN OFICIAL de CACHARÍ el día 2 de Mayo.
Así que desde ese día iniciaron las tareas para medir y dividir las tierras ocupadas. En Agosto de 1896 el agrimensor Weigel finaliza la mediación de los lotes, siendo aprobada por el departamento de ingenieros el 11 de Septiembre.
El Poder Ejecutivo aprueba el dictamen de los ingenieros el día 16 de Septiembre de 1896, dando por finalizado el loteo de “nuevo Cacharí”.
Como hemos demostrado, Cacharí existía mucho tiempo antes de la llegada de Falomir.
Es innegable que el año 1896 es relevante para nuestra historia “oficial”, porque el 2 de Mayo se fundó nuestro pueblo. Pero esto nos obliga a interrogarnos ¿por qué celebramos el 16 de Septiembre?. ¿Quién decidió que fuera esa fecha? Y ¿por qué lo decidió?.
Por suerte, esa parte de la historia todavía está viva, y la verdad es como el pasto de la llanura, que crece apenas lo dejan de cortar.

(El informe de Geodesia es terminante sobre la fecha de FUNDACIÓN de Cacharí)

(V) La llegada de Mariano Falomir

En la década de 1870 llega a estas tierras Mariano Falomir con su esposa, hijos y su hermano Fausto.
Según Sarramone, los Falomir “fundan cerca del poblado” (Cacharí) la estancia “La Esperanza”. La pregunta obvia es: ¿Cómo puede Mariano Falomir fundar su estancia cerca de un poblado que ya existía y luego ser recordado como “el fundador” del pueblo?.
Los 26 años que separan la llegada de los Falomir y la fundación “oficial” de Cacharí están cruzados por el drama familiar. La viruela asola a la familia que se ve diezmada por la enfermedad. Eso los lleva a volverse a Buenos Aires.
Después de rondar unos años, Mariano vuelve a los pagos de Cacharí previa estadía en Benito Juarez. Cuando llega a sus tierras, encuentra que han sido ocupadas por “cuarenta viviendas y comercios”. Por esto decide realizar el fraccionamiento (loteo) de las tierras.
(Foto de Mariano Falomir - fallecido 24/1/1915 - en el Cementerio municipal de Cacharí)

(IV) La importancia de Juan Andrade

El mismo año en que el Centro Agrícola de Cacharí pretendía impulsar la creación de una “colonia agrícola”, Juan Andrade en la mensura Nº 242 de Azul, hace constar que en sus tierras, estaba construida la casa donde funcionaba el correo (instalado en 1881), un hotel y una panadería.
Evidentemente Juan Andrade mandó a mensurar el poblado por el agrimensor Moisés Fernández y los Pourtalé fueron los impulsores de la venta de los lotes mensurados.
Por lo tanto, se puede ver la existencia de calles de 15 metros de ancho en la zona de “Cacharí viejo”, ubicado al Nor-oeste de la estación de FF.CC.


Las actuales calles José Hernández, Pasco, Almafuerte, P.B. de Andrade, R. Urrutia (50 metros de ancho), Av. Andrade y Arzuby formaron parte del primigenio trazado del pueblo de Juan Andrade.
Para confirmar la existencia de estos terrenos, en 1894 se registró ante un escribano de las Flores la venta a Francisco Cortés de uno de los lotes de la mensura hecha por Juan Andrade en 1889.
(Foto satelital donde se ve la Estación de FF.CC. actual, el "Hotel Cacharí" y en la parte inferior zona de la pulpería).

(III) Cacharí en los documentos pre-fundacionales (1839-1896)

A pesar que Cacharí fue fundado oficialmente en 1896, existe inumerable evidencia que 60 años antes ya había asentamiento humano permanente en esta zona.
Para demostrar esto, hay prueba documental sobre la existencia de la posta (parada) llamada “Cacharí”, emplazada en las actuales calles Pasco y José Hernandez (donde hoy solo queda un monte). Desde esta posta salían dos carretas con 18 bueyes de los hermanos Dionisio y Ramón Rocha. Se sabe que los mismos trabajaban en la zona desde la década de 1830. Estas carretas unían Cacharí con Azul, Las Flores y Buenos Aires.


El primer documento oficial existente, es una carta fechada el 9 de Noviembre de 1839 en Cacharí. La esquela decía: “…la indiada y parte del regimiento Nº 3 ha pasado de Cacharí como dos leguas, siendo su marcha para Tapalquen al mando del Mayor Ocampo, esto fue hoy a las tres de la tarde…”
Este documento demuestra que existía un lugar llamado “Cacharí” y que era conocido de esa forma por quien envía el informe. Como dice Sarramone, “nadie pasa por un lugar que no existe”.
También está asentado, en documentos del 18 de Enero de 1863 en Juzgado de paz, la “detención de un peón de campo” por el “robo de un caballo” y se afirma que al hombre “se lo trasladó a Cacharí”. Evidentemente a un detenido se lo traslada a un lugar que ya existía y que las autoridades lo conocían: Cacharí.

El 15 de Septiembre de 1869, se realiza el primer Censo Nacional. En este censo, Azul abarcaba en una sola jurisdicción las localidades de Olavarría, Cacharí y Tapalqué. Es decir, que Cacharí, ya era considerado una zona autónoma y su población fue censada como perteneciente a un propio y determinado sector (Cuartel 4) en los respectivos “Libreto de Censo” (Foto, Gentileza de Omar Alcantara).
Para más datos, el censista en la localidad de Cacharí fue Juan Andrade, según consta su firma en la tapa del libreto de censo.
Haciendo un análisis de la población censada, se destacan personas de 95 y 99 años de edad y como nos remarca Omar Alcántara: “resulta difícil de creer que gente de esa edad venga a emprender una nueva vida en tan inhóspitos lugares, más aún en aquellas épocas tan peligrosas”.
En 1784 se produce la llegada del Ferrocarril Sud a Las Flores y se inicia la extención hacia Azul. Obviamente debía pasar por zonas intermedias y cuando llega a las tierras de Andrade, se construye una estación en el lugar y se la designa con el nombre del poblado existente.
La importancia que tenía el lugar en donde se instaló la estación ferroviaria estaba en la encrucijada de caminos que conectaban, desde 1830, Rauch, Tapalquén y otros parajes. En la foto aérea se puede ver el terreno de la estación, villa Pourtalé y la posta “Cacharí” señalada por una flecha blanca.
Entre la localidad de Cacharí y Tapalquén se había dispuesto el servicio de galeras “La Protegida”, brindado por el Señor Domingo Livio para acercar a los viajantes que iban o venían por tren a la Capital.
Las galeras tenían la parada tanto en el “Hotel Cacharí” (Véalo aquí) como en la Casa Pourtalé (I).
También se intentó establecer un tranvías para el trasporte de pasajeros, correspondencia y carga entre Cacharí y Tapalquén, pero quedó en la nada.
El Historiador Alberto Sarramone ubica en las primeras actividades sociales registradas. Dice sobre Cacharí: “este sitio era famoso por ser el lugar de reunión social, con bailes, asados, pasteles y otros entretenimientos”.
Y Otro hecho documentado en la historia Argentina del Siglo XIX es “El último malón” que sucedió entre 1875 y 1876.
La zona de Azul era un territorio que se pobló rodeando un fortín que le garantizaba relativa seguridad. En cambio en Cacharí la seguridad estaba garantizada por la convivencia pacífica entre blancos y aborígenes que trabajaban como peones en los campos y fincas.
Pero cuando se produce el malón de 1876, el juez de paz hace llegar al Alcalde de Cacharí, José María Díaz, un comunicado donde ordena “reclutar hombres para repeler el malón que viene de la zona de Azul, quienes causaron más de 300 muertes llegando con las correrías hasta la estación Parish”. En el comunicado también ordenaba que los indios que trabajaban como peones de algunas fincas “sean pasados a degüello, para que no se sumen a las fuerzas del Malón”.
Esta orden causó temor entre los pobladores indígenas de Cacharí, ya que temían que sus vecinos blancos cumplieran con la orden de asesinarlos como sucedía en Azul.
Según Sarramone los asesinatos en Azul acontecieron realmente, “aunque no con la abundancia que comentaban…el susto siempre agranda”.
Vinculado al paso del tren, en 1881 ya funcionaba en Cacharí una oficina de Correo que aydaba a mantener una comunicación fluida con el mundo, porque existían dos servicios de trenes diarios de pasajeros, carga y hacienda.
Un año después, el 25 de Septiembre de 1882, se instala la escuela Nº 6 que permanece hasta nuestros días. Igualmente, ya a mediados de 1870 se había levantado en tierras de Juan Andrade, bajo la alcaldía de Fausto Falomir, la que fue la primera escuela que solo permaneció pocos años. En dicha escuela la directora era la Sra. Irene F. de Cuyas.
El Diario “El pueblo” del 8 de Diciembre de 1897 decía que “existía en la localidad de Cacharí una escuela con casi 100 alumnos inscriptos”.
Pero si el FF.CC., el Correo y las escuelas no eran señal suficiente de la existencia de una población activa, el 14 de Febrero de 1889 surge el proyecto de “Centro Agrícola Cacharí”.
Basados en el cumplimiento de la ley provincial del 22 de Noviembre de 1887, se solicita la autorización para la creación de un polo agrícola con el fin de fomentar la colonización de nuevas tierras.
En el año 1889, los impulsores de la colonia agrícola, presentan al gobierno de la Provincia de Buenos Aires el proyecto “con el nombre de Cacharí, como se conocía el pago, el poblado y la estación”. Con lo que podemos deducir fácilmente que había un poblado, con una estación que llevaba su nombre y gente viviendo en él hacía varias décadas.
Los grandes terratenientes de la zona fueron los que frenaron este proyecto en nuestra localidad. A tal punto que el autor Cárcano afirma en su libro “El régimen de la tierra pública” que: “…si hubiesen intervenido en la obra y colocando al frente al movimiento agricultor, hubiesen subdividido sus extensas áreas y la ley habría tenido otros resultados”.
Este proyecto del centro agrícola proyectaba además la construcción de un tren que era propiciado por José Vidal Lores. Este transporte uniría las poblaciones de Rauch y Cacharí, pero como el tranvía a Tapalqué, no se llegó a concretar.

(II) Los orígenes míticos de Cacharí: indios, negros y lenguas originales

La primera pregunta a la que debemos dar una respuesta es cuál es el origen del nombre Cacharí.
La forma de abordarlo fue mediante la geografía. Esta denominación aparece simultáneamente en distintas partes del mundo: Argentina, Angola, Bolivia y Ecuador.
Uno de estos “Cacharí” está ubicado en la provincia de Bengo, Angola, al oeste de Africa. En estas tierras, los portugueses capturaban los negros para venderlos como esclavos en sus colonias en América.
En 1813, se decreta la libertad de los esclavos nacidos en las Provincias Unidas, pero sus padres debían “ganarse” la libertad “sirviendo con los ejércitos libertadores de San Martín y Bolivar” como afirma Ramón Paggi. Este es un hecho que ayuda a abonar el primer mito.
Otro observador que nos comenta sobre estos negros que servían a los ejércitos, es el naturalista y explorador Charles Darwin (Foto) que visita nuestra región en 1833. En su obra “Viaje de un naturalista alrededor del mundo” (bajátelo haciendo click acá), describe que entre los soldados de la escolta ordenada por Rosas había “un fornido negro muy joven y un mestizo (sic) mitad negro mitad indio; en cuanto a los otros imposible determinar nada más”, claramente hablando de los criollos.


Uno de esos esclavos que ganó su libertad podría haber migrado a tierras de mayor tranquilidad y habría adoptado el nombre de su tierra de origen.
Desde hace mucho tiempo, la tradición oral cachariense, trasmitió de padres a hijos varias ideas sobre las posibles raíces del nombre del lugar al que hoy conocemos como Cacharí.
Uno de esos orígenes – según relata Alberto Sarramone (Foto) – es el del “Negro” Cacharí. Cuenta la historia que “había un puesto de un tal Antonio Rodríguez (alias Cacharí)”, que “era absolutamente negro, escapado de la esclavitud, como había muchos años en la zona, muriendo en 1862”.

Otro nacimiento mítico muy difundido es la leyenda del “Cacique Cacharí”. Según cuenta el libro “Antes del 900” de Adolfo Bioy, era el indio llamado de esa forma quien había dado el nombre al lugar que hoy conocemos como Cacharí.
Desde su libro, el autor, recordaba al Cacique Cacharí, “quien vencido en el combate, aniquilada su tribu, estuvo durante tres días y tres noches, loco, al borde de la laguna que hoy lleva su nombre, revoleando las boleadoras, gritando sin cesar, extenuado, y cayó muerto. Y estas voces se oyeron a las leguas en todas las dimensiones, asigún soplara el viento”.
Según Alberto Sarramone, de existir la laguna “Cacharí” sería el espejo de agua del antiguo campo de Gallardo, hoy en propiedad de la familia Burraco. Y agrega que a pocos kilómetros la gente se fue instalando y fundando el poblado que lleva el nombre de la laguna.
No puede aseverarse que el cacique “Cacharí” realmente existiera, pero si se sabe que “en la década de 1820, el cacique Venancio Coñuepán habría vivido junto con el cacique Laudau y sus tribus en la laguna Cacharí”, concluye Salomone.
Ramón Paggi (foto) constató que “en Ecuador también existe un cerro llamado Cacharí” y un poblado llamado “Cacharí” en el Departamento de Pando al Norte de Bolivia.
Pero a pesar de estos vínculos geográficos o “míticos”, el nombre “Cacharí” tiene una clara influencia indígena.
Existen varias teorías sobre el origen de la palabra, y en su mayoría la ubican como un vocablo indígena o como creación típica de zona de confluencia de varios pueblos americanos.
Sarramone afirma que “el toponimio de Cacharí es uno de los más antiguos del partido de Azul y claramente anterior a la fundación del pueblo”.
Los Mapuche dicen que esta Zona puede ser una cachú-carú “región de pastos tiernos o verdes” (cachu = tierno + carú = verde).
La terminación “rí” puede ser un agregado Guaraní que significa “abundancia”, permitiendo hacer una descripción de “abundancia de pastos”, tan típicos en la zona antes de la llegadas de los españoles o huica.
La impronta Quechua más difundida en la zona es “ca-chari” (ca = otra cosa + charí = chara, charavón, ñandú polluelo) incorporada al idioma araucano. Pero otra definición actual en la lengua Quechua es "cacchary" que significa “soltar” o “dejar libre”.
La influencia del noroeste argentino se hace sentir también con el posible origen “cunza” (idioma atacameño) que se refiere a un “cauchari” o “lugar con sal o salitre”. Esta es la interpretación que nos dio Tito Filomón (Foto), profesor y erudito en lenguas muertas, residente en San Antonio de los Cobres.
Por lo tanto, ya sea por peculiaridad de la geografía, leyendas, mitos o las lenguas indígenas, el concepto Cacharí ya estaba instalado en la zona. Por eso fue nombrada de esa forma, luego fue registrado en documentos escritos y adoptado – como veremos – por los blancos.

(I) Introducción: la importancia de revisar la historia

Al no existir un documento que narre en forma escrita la verdadera historia de nuestro “pago chico”, hemos emprendido la búsqueda de los primeros datos concretos que nos permitan reconstruir los orígenes de Cacharí.
Mediante la colaboración de vecinos investigadores, arqueólogos, e historiadores “formales”, reforzamos las afirmaciones e hipótesis que impulsaron nuestra investigación.
Más allá del inicio de nuestra historia “mítica” como pueblo, en la que basamos nuestra identidad como cacharienses, reconocemoss en varios hechos del pasado los posibles puntos de partida de nuestra memoria que se extiende mucho más allá de lo que tradicionalmente se conoce.
La Firma del decreto de 1896 dio nacimiento “oficial” al pueblo llamado Cacharí. Pero solo fue un hito en la identidad cachariense que se remonta, por lo menos, a los 60 años precedentes.
A lo largo de este relato, despejaremos las dudas que han ocultado por décadas los verdaderos orígenes de Cacharí, la fundación de nuestro pueblo, la veracidad sobre sus fundadores y la manipulación que sufrieron las fechas históricas que llevaron a la construcción de un relato engañoso de nuestra propia historia y buscaron el ocultamiento de nuestra identidad.
Por lo tanto ahondaremos sobre algunos relatos, pistas concretas que demuestran la existencia de un lugar llamado Cacharí, gente que decía vivir en él y un asentamiento urbano conocido con ese nombre.
La tarea que emprendemos servirá para dejar algún vestigio a las siguientes generaciones y suministrará referencias para la investigación que otros cacharienses puedan impulsar el futuro.
Finalmente, no debe olvidarse que siempre existen intereses creados cuando se escribe la historia, pero el peor de todos es el de borrar y/o ocultar lo anterior para sembrar el engaño en quienes nos suceden.
De allí la importancia de conocer el pasado para edificar un futuro colectivo sobre cimientos de verdad.
Por todo lo dicho, todos aquellos que no crean lo que se dirá en esta “edición especial”, tiene la posibilidad de refutar todos los hechos y relatos. Pero ahora, el juego, se desarrollará con las reglas claras, con la ciencia como método y la verdad como objetivo.