Al no existir un documento que narre en forma escrita la verdadera historia de nuestro “pago chico”, hemos emprendido la búsqueda de los primeros datos concretos que nos permitan reconstruir los orígenes de Cacharí.
Mediante la colaboración de vecinos investigadores, arqueólogos, e historiadores “formales”, reforzamos las afirmaciones e hipótesis que impulsaron nuestra investigación.
Más allá del inicio de nuestra historia “mítica” como pueblo, en la que basamos nuestra identidad como cacharienses, reconocemoss en varios hechos del pasado los posibles puntos de partida de nuestra memoria que se extiende mucho más allá de lo que tradicionalmente se conoce.
La Firma del decreto de 1896 dio nacimiento “oficial” al pueblo llamado Cacharí. Pero solo fue un hito en la identidad cachariense que se remonta, por lo menos, a los 60 años precedentes.
A lo largo de este relato, despejaremos las dudas que han ocultado por décadas los verdaderos orígenes de Cacharí, la fundación de nuestro pueblo, la veracidad sobre sus fundadores y la manipulación que sufrieron las fechas históricas que llevaron a la construcción de un relato engañoso de nuestra propia historia y buscaron el ocultamiento de nuestra identidad.
Por lo tanto ahondaremos sobre algunos relatos, pistas concretas que demuestran la existencia de un lugar llamado Cacharí, gente que decía vivir en él y un asentamiento urbano conocido con ese nombre.
La tarea que emprendemos servirá para dejar algún vestigio a las siguientes generaciones y suministrará referencias para la investigación que otros cacharienses puedan impulsar el futuro.
Finalmente, no debe olvidarse que siempre existen intereses creados cuando se escribe la historia, pero el peor de todos es el de borrar y/o ocultar lo anterior para sembrar el engaño en quienes nos suceden.
De allí la importancia de conocer el pasado para edificar un futuro colectivo sobre cimientos de verdad.
Por todo lo dicho, todos aquellos que no crean lo que se dirá en esta “edición especial”, tiene la posibilidad de refutar todos los hechos y relatos. Pero ahora, el juego, se desarrollará con las reglas claras, con la ciencia como método y la verdad como objetivo.
Mediante la colaboración de vecinos investigadores, arqueólogos, e historiadores “formales”, reforzamos las afirmaciones e hipótesis que impulsaron nuestra investigación.
Más allá del inicio de nuestra historia “mítica” como pueblo, en la que basamos nuestra identidad como cacharienses, reconocemoss en varios hechos del pasado los posibles puntos de partida de nuestra memoria que se extiende mucho más allá de lo que tradicionalmente se conoce.
La Firma del decreto de 1896 dio nacimiento “oficial” al pueblo llamado Cacharí. Pero solo fue un hito en la identidad cachariense que se remonta, por lo menos, a los 60 años precedentes.
A lo largo de este relato, despejaremos las dudas que han ocultado por décadas los verdaderos orígenes de Cacharí, la fundación de nuestro pueblo, la veracidad sobre sus fundadores y la manipulación que sufrieron las fechas históricas que llevaron a la construcción de un relato engañoso de nuestra propia historia y buscaron el ocultamiento de nuestra identidad.
Por lo tanto ahondaremos sobre algunos relatos, pistas concretas que demuestran la existencia de un lugar llamado Cacharí, gente que decía vivir en él y un asentamiento urbano conocido con ese nombre.
La tarea que emprendemos servirá para dejar algún vestigio a las siguientes generaciones y suministrará referencias para la investigación que otros cacharienses puedan impulsar el futuro.
Finalmente, no debe olvidarse que siempre existen intereses creados cuando se escribe la historia, pero el peor de todos es el de borrar y/o ocultar lo anterior para sembrar el engaño en quienes nos suceden.
De allí la importancia de conocer el pasado para edificar un futuro colectivo sobre cimientos de verdad.
Por todo lo dicho, todos aquellos que no crean lo que se dirá en esta “edición especial”, tiene la posibilidad de refutar todos los hechos y relatos. Pero ahora, el juego, se desarrollará con las reglas claras, con la ciencia como método y la verdad como objetivo.
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